martes, 19 de octubre de 2010

Philip Glass "reabre" las puertas de Bellas Artes con Orión

Ciudad de México / martes, 19 de octubre 2010
N22/ Distrital Revista


Con un recital que representa la armonía y la unidad de la humanidad, el músico y compositor estadounidense Philip Glass cautivó anoche a una gran multitud que se reunió en la explanada del Palacio de Bellas Artes.

Como parte del programa A las puertas de Palacio, que se presenta previo a la reapertura de la Sala Principal del recinto de mármol, Glass considerado uno de los compositores más importantes del siglo XX, presentó su espectáculo musical titulado Orion.

Se trata de una obra comisionada para la Olimpiada Cultural 2001-2004 en Atenas, Grecia; dicha pieza contempla la relación de la Tierra con las constelaciones, según la interpretación de numerosas culturas en el mundo.

Cobijado por una luna radiante y una fresca noche, la pieza musical presentó a siete distinguidos compositores e intérpretes que actuaron al lado del Ensamble Philip Glass, quienes se llevaron una espectacular ovación.

Dichos compositores de fama internacional provienen de Australia, China, Canadá, Brasil, Gambia, India y Grecia; ejecutantes que llamaron la atención además de por su virtuosismo, por los instrumentos musicales con los que dieron cuenta de sus tradiciones y costumbres.

Durante la presentación, Glass y sus músicos, acompañados por tres teclados electrónicos, flautas, sax, percusiones y una voz femenina utilizada como instrumento en contrapuntos de alarido, efectuaron un trasladado cósmico a los cinco continentes, en un recorrido musical por diferentes civilizaciones.

Primero apareció en el escenario Mark Atkins, de Australia, quien con su Didgeridoo, un instrumento de viento ancestral utilizado por los aborígenes de ese continente, evocó sonoridades impresionantes.

Enseguida, Wu Man, de China, acompañada de su pipa, un instrumento de cuerda pulsada tradicional chino, parecido al laúd occidental, asombró a los asistentes, pues durante su participación demostró gran técnica y habilidad para tocarlo.

Minutos después, el canadiense Ashley MacIsaac, violinista zurdo punk con falda escocesa y una música nacida en Nueva Escocia y naturalizada global por fuerza del trabajo hipnótico del oleaje del Philip Glass Ensamble.

En su intervención, deleitó con un par de melodías de su violín con las que se ganó los aplausos y la atención de los espectadores.

En su camino de salida del escenario, Mac Isaac se topó con su majestad el griot de Gambia don Foday Musa Suso, quien entró caminando rodeado de espíritus que emergían de su instrumento africano, un nyanyer, con el que entabló un diálogo electrizante con el violín del de Nueva Escocia y luego Suso se sentó detrás de su kora y al frente de la orquesta para hacer sonar pasajes acústicos.

Después siguieron tres músicos brasileños con una combinación de flauta con instrumentos de la invención de ellos, una serie de audiófonos y pequeños tambores construidos con tubos de PVC, como los que se utilizan para cañería.

En la recta final apareció el hindú Kartik Seshadri, quien acompañado de su sitar, completó el encantamiento de la noche, que llegó a coronar la cantante griega Eleftheria Arvanitaki y todos los músicos regresaron al templete para ofrecer un admirable final.

Orion toma su nombre de la constelación más grande del cielo nocturno. Fue compuesta por Glass en colaboración con Mark Atkins, Ashley MacIsaac, Wu Man, Ravi Shankar, Foday Musa Suso y el grupo multi-instrumentalista Uakti.

Con información de la Agencia Cultural N22 y Notimex

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