CIUDAD DE MÉXICO / martes, 07 de septiembre de 2010
N22/ Distrital-Revista
Teatro
Con la develación de una placa para reconocer el trabajo de los actores, concluyó la temporada de la puesta en escena Sabor amargo de Estela Leñero, en el Teatro Sergio Magaña.
Leñero se remite a la obra de Shakespeare, Hamlet, donde la presencia del padre muerto permanece y se apodera del lugar donde habitaba, mientras el hijo sufre su acoso y aunque él se haya ido, lo sigue violentando.
En estudios recientes ese fenómeno, en particular hacia las mujeres, se ha convertido uno de los principales problemas para procurar el bienestar social de la población; dadas sus raíces de desigualdad social hacia las mujeres y el carácter psicológico familiar implicado, las formas de solución no son tan fáciles de encontrar.
A decir de los críticos la dramaturga pone el tema sobre la mesa y el escenario para mostrar una realidad en la que el público se identificó y revivió lo que sucede de manera cotidiana.
Sabor amargo cuenta la historia de una familia de la Ciudad de México, donde la violencia se expresa de manera silenciosa; una madre viuda tiene a su amante en casa y no puede admitir que él acosa a su propia hija y a su hijo, un joven desempleado y necesitado del dinero del amante.
Por lo anterior, ella no puede delatarlo. Mientras tanto, el padre muerto ronda por la casa y pide a su hijo venganza. Algunos se salvan, pero otros sucumben ante la situación.
Bajo la dirección de Claudia Ríos, la obra presenta una dinámica familiar repleta de relaciones de poder, donde cada individuo la sufre y ejerce, como una cadena que arrastran y de la que es difícil liberarse.
La trama se desarrolla en una casa llena de trebejos, el lugar apenas parece un lugar habitable. No pueden comunicarse, ni enfrentarse, hasta que la realidad se les impone.
El espectáculo contó con las actuaciones de Rodolfo Arias, Rosario Zúñiga, Humberto Solórzano, Sofía Espinosa, Max Flores, Mariana Van Rankin y Edgar Parra.
Sabor amargo es parte de una tercia de obras de Estela Leñero editadas por El Milagro (las otras son Lejos del corazón y Agua sangre), en un libro con prólogo del extinto escritor chihuahuense Víctor Hugo Rascón Banda.
La puesta en escena se presentó en el Teatro Sergio Magaña con el apoyo del Gobierno de Distrito Federal a través del Sistema de Teatros de la Ciudad de México y Programas de Género, en colaboración con el FONCA.
Con información de la Agencia Cultural N22 y Notimex
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