Ciudad de México / miércoles, 29 de diciembre 2010
Distrital Revista
Compañías dancísticas, tanto nacionales como internacionales, se apropiaron durante este año de los escenarios capitalinos para presentar sus innovadoras propuestas y demostrar que coreógrafos, bailarines y todos los que intervienen en el proceso creativo, no decaen en entusiasmo, aún cuando la danza es considerada la expresión más olvidada de las artes escénicas.
En el año que está por concluir, la Compañía Nacional de Danza (CND) y la agrupación Kibbutz de Israel, le rindieron un merecido homenaje al coreógrafo y bailarín mexicano José Rivera Moya por sus 25 años de trayectoria.
Bajo la dirección de Sylvie Reynaud, la CND ofreció majestuosas coreografías como "Cri-Crí", de José Luis González, la cual se presentó en el Teatro Julio Castillo, donde se recordaron temas como "El chorrito", "Negrito sandía", "La muñeca fea", "Ratón vaquero" y "La merienda", entre otras.
La agrupación dancística continuó con la tradición de representar en la isleta del Bosque de Chapultepec, "El lago de los cisnes", reconocido en el ámbito internacional como uno de los mejores, con la participación de 120 bailarines en escena y un vestuario renovado, que permitió apreciar aún más el talento de Sandra Bárcenas y Raúl Fernández, quienes se retiraron este año de la Compañía.
El Teatro de la Ciudad "Esperanza Iris" recibió a la obra maestra del romanticismo clásico: "Giselle", creada hace 169 años y que forma parte del repertorio blanco, etapa revolucionaria para el ballet, que se caracteriza por contener un nuevo aire, lírico, mágico y sensual.
Otra pieza que ofreció la agrupación dirigida por la maestra Reynaud fue "La Cenicienta", en versión de Sir Ben Stevenson, que contó con el acompañamiento de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección de Juan Carlos Lomónaco.
La obra inspirada en el cuento de Charles Perrault con "pesonajes" como la zapatilla de cristal, una calabaza que se convierte en carruaje y las doce campanadas que deshacen el hechizo.
Continuando con los cuentos clásicos, también se representó "La bella durmiente", en el Castillo de Chapultepec, con renovado vestuario y elementos escenográficos para enriquecer aún más la pieza coreográfica.
En el ámbito internacional, el Auditorio Nacional, de esta capital, presentó "Ballettissimo", con los primeros bailarines de agrupaciones del Bolshoi, Opera de París, Kirov, Ballet Nacional de Cuba, Staatsballet y Kiev.
El encuentro dancístico reunió una constelación de estrellas, que interpretaron un variado repertorio de fragmentos de diversas coreografías, de distintas épocas, estilos, compositores, destacando siempre una sola figura: la perfección en el escenario.
El recinto de Reforma también albergó a la Compañía de Danza Contemporánea Kibbutz, bajo la dirección de Rami Beér, quien ejecutó "InfraRed", una puesta en escena que fue catalogada por la prensa especializada como el trabajo visual más sorprendente del director de la agrupación.
El espectáculo dancístico está basado en el poema del director y músico israelita Beér, titulado "In the black garden", un viaje que explora las caídas de la condición humana donde las debilidades protagonizan el papel principal.
En el presente año, el reconocido coreógrafo José Rivera Moya festejó sus 25 años como bailarín con un excelso montaje en el Teatro de la Ciudad "Esperanza Iris", donde interpretó piezas como "El bailarín", de Raúl Flores Canelo, y "Oraciones", de Graciela Henríquez.
José Rivera Moya inició sus estudios en 1985 en el Instituto Potosino de Bellas Artes. Ingresó en 1987 al Ballet Independiente, fundado por Raúl Flores Canelo, en donde llegó a ser primer bailarín, coreógrafo y maestro.
Otra de las compañías que se presentaron en este año fue la Limon Dance Company, fundada en 1946 como legado viviente de la técnica de movimiento y la filosofía teatral desarrollada por el mexicano José Limón y sus mentore Doris Humphrey y Charles Weidman.
La compañía, con sede en Nueva York, interpretó piezas creadas por el maestro Limón, consideradas por la crítica especializada como obras maestras de la danza contemporánea.
En el escenario del Centro Cultural "Los Talleres", diversas compañías presentaron sus propuestas dancísticas, entre ellas: Abigail Jara con la agrupación Musse que escenificó "Hoy en mi ventana brilla el sol"; Gregorio Trejo y la compañía Último Tren Danza-Escena presentó "10: árbol y albas".
La bailarina alemana Aiga Kéller, quien compartió el escenario con Irene Martínez, exploró la vida como una transición continua de ideas y emociones en la obra de estreno "Transiciones".
Con información de la Agencia Cultural N22 y Notimex
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