Ciudad de México / jueves, 30 de diciembre 2010
Distrital Revista
La reciente crisis global no sólo cambió el mapa económico y financiero, también los hábitos de ahorro e inversión de la población. Para Javier Morales Ercambrack, analista del Sistema Financiero y Bancario de BBVA Bancomer, los cambios de hábito comenzaron a notarse antes de la crisis de 2008, cuando las tasas de interés empezaron a subir.
Este movimiento, aunado a la incertidumbre provocó que los inversionistas salieran de las sociedades de inversión para buscar instrumentos con menos riesgo. Al paso del tiempo, conforme las tasas de interés bajaron, la gente regresó a las sociedades de inversión, mientras que el ahorro a plazo empezó a registrar una sensible baja en su ritmo de crecimiento. Después de 2008, dijo el especialista, se observaron dos etapas.
La primera relacionada con el aumento del ahorro en instrumentos de bajo riesgo y, la segunda, caracterizada por la caída en los ingresos y el desempleo, lo cual propició que la gente comenzara a sacar sus ahorros. El director de Asset Management de BBVA Bancomer, Jorge Pérez Sámano, anticipó a su vez que este año los depósitos en sociedades de inversión tendrán un crecimiento de 27 por ciento.
Esto resulta favorable después de la minusvalía de entre 3.0 y 4.0 por ciento en 2009, que provocó que los recursos se trasaladaran a instrumentos de inversión tradicionales.
Además, destacó que luego de las afectaciones del año pasado, este 2010 se observó mayor capacidad de ahorro y conciencia. De acuerdo con Pérez Sámano, el tipo de cambio dejó de preocupar a la gente, a pesar de que se tuvieron meses de fuerte presión.
Y, es que la fortaleza de la finanzas públicas representó garantía de estabilidad en la paridad. Además, comentó, este 2010 se trabajó mucho para que los clientes aprovecharan los rendimientos de entre 9.0 y 10.5 por ciento en las sociedades de inversión contra el 4.0 por ciento de rendimiento en instrumentos de corto plazo. Para 2011, Pérez Sámano recomendó invertir en el mercado bursátil, especialmente de México y países emergentes, en particular en Brasil y Asia.
Asimismo, para el próximo año la propuesta es diversificar la inversión, destinando 40 por ciento en instrumentos de mediano y largo plazo mexicanos, entre 20 y 25 por ciento en bonos de corto plazo, y un 30 por ciento en renta variable. (Con información de Notimex)
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