Ciudad de México / sábado, 05 de febrero 2011
Distrital Revista
El amor siempre tiene cierta dosis de autoengaño, pero cuando se trata de aquél por internet, puede ser aún mayor, porque al no tener a la persona de frente con frecuencia se idealiza y se le da más peso no a si quien está del otro lado de la pantalla es real, sino a lo que se quiere creer.
La profesora Georgina Martínez Montes de Oca, de la Facultad de Psicología de la UNAM, comentó que atrás quedaron las largas cartas de amor estampadas con un matasellos o permanecer en casa en espera de que el teléfono repique.
"Los celulares y el mail han venido a cambiar esto, y nuestras relaciones se adaptan a las nuevas tecnologías; a fin de cuentas, el amor y sus apoyos son muchos, y la red es uno de ellos, de ahí que haya tantos "noviazgos" hoy por esa vía", indicó.
A decir del psicólogo Robert Stenberg, expuso Martínez Montes de Oca en un comunicado, el amor consta de un triángulo conformado por el compromiso, la pasión y la intimidad, "pero en lo tocante a las relaciones virtuales, usualmente uno de estos elementos, el que tiene que ver con el ingrediente erótico, queda escindido".
Una experiencia que usualmente resulta desde incómoda hasta dolorosa es estar con una persona y que ésta tenga los ojos y manos puestas en el celular en vez de depositar su atención en quien tiene en frente, "y eso pasa porque los humanos somos seres de la mirada, somos los únicos animales que necesitan sentirse observados".
Y, justamente ése es uno de los elementos que más hacen falta en este tipo de relaciones en el ciberespacio, "que a veces son tan endebles, que hace falta que uno en la pareja deje de contestar para que el vínculo se cimbre".
Esa conducta, "a fin de cuentas es una actitud controladora que puede generar, en el otro, verdaderos sentimientos de angustia. De ahí, el auge que han tenido aquellos servicios que ofrecen revelar "quién te ha borrado del messenger".
"Eliminar a alguien como contacto, una situación que se ha vuelto tan común que incluso en inglés existe una palabra específica para designar este acto: defriend, nos remite a uno de los temores que más nos conmueven, el de morir en la memoria del otro, como señalaba el psicoanalista austriaco Igor Caruso en La separación de los amantes".
Sin embargo, no todo en las relaciones virtuales es malo; "el internet es también una vía de comunicación y hay muchas parejas que, a la larga, han decidido conocerse y han resultado ser compatibles; todo es cosa de que dos individuos coincidan y se planteen seriamente ¿qué tipo de historia queremos escribir a partir de ahora?", apuntó. (Con información de Notimex)
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