Ciudad de México/ lunes, 28 de febrero 2011
Revista Distrital
Hoy en día las mujeres cuentan con una amplia variedad de métodos anticonceptivos, desde condones, dispositivos intrauterinos y diafragmas hasta la píldora.
Aunque la elección del mejor método es muy personal y cada mujer debe examinar los riesgos y beneficios, el más popular y más eficaz para evitar un embarazo -como se ha comprobado científicamente- es la píldora anticonceptiva oral.
Se trata, sin embargo, de uno de los fármacos que más ha sido vilipendiado y que más se ha visto rodeado de creencias erróneas.
Se ha dicho que la píldora aumenta el riesgo de cáncer, que engorda, que provoca un sinnúmero de efectos secundarios peligrosos para la mujeres.
Este fármaco, que fue desarrollado en Estados Unidos a principios de la década de los años 60, siempre ha sido controvertido.
Y aún después de más de 50 años de existencia, en los cuales se ha ido perfeccionando la fórmula para reducir los efectos secundarios, a menudo seguimos viendo algún titular sobre "los riesgos de la píldora”.
Todos los medicamentos conllevan riesgos.
Pero tal como señalan los expertos, el hecho de que la píldora siga siendo tan extraordinariamente popular en todas las regiones del mundo indica que, para millones de mujeres, sus beneficios superan a sus riesgos.
¿Cómo funciona?
Existen dos tipos de píldora, la que combina dos hormonas –estrógeno y progestágeno- y la minipíldora, que sólo contiene progestágenos.
Estas sustancias son versiones similares a las hormonas naturales que la mujer produce en los ovarios.
La elección entre una y otra dependerá de la condición de la mujer, y el ginecólogo deberá indicar qué es mejor según el caso.
La píldora funciona evitando que los ovarios liberen un óvulo cada mes.
Además, hace más densa la mucosidad cervical para dificultar que los espermatozoides lleguen al óvulo.
Y al mismo tiempo provoca un adelgazamiento del endometrio –el recubrimiento interior del útero- para que haya menos probabilidades de que éste "acepte" un óvulo fertilizado.
Los estudios han demostrado que, usada apropiadamente, la píldora es más de 99,9% efectiva para evitar un embarazo.
Mitos y creencias
A pesar de la efectividad de este método anticonceptivo y de que más de 100 millones de mujeres en todo el mundo la utilizan, un número reducido prefiere emplear otros métodos.
La principal razón por la cual muchas mujeres se niegan a usarla es la creencia de que provoca un aumento de peso.
Como señala la doctora Judy Cameron, experta en obstetricia y ginecología de la Universidad de Oregon, Estados Unidos, esta idea es equivocada.
La investigadora llevó a cabo un estudio, publicado en enero en Human Reproduction, que reveló que la píldora no sólo no provoca un incremento de peso, sino hasta podría ayudar a mujeres con sobrepeso a bajar algunos kilos adicionales.
La investigación fue llevada a cabo en monos macacos, cuyo sistema reproductivo es casi idéntico al de los seres humanos.
Los resultados mostraron que los animales de peso normal siguieron manteniendo un peso estable.
Pero el grupo de animales obesos perdió una cantidad significativa de peso (8,5%) y un porcentaje de grasa (12%).
Aunque los expertos deberán ahora comprobar los resultados con mujeres, la doctora Cameron afirma: "Este estudio sugiere que las preocupaciones sobre el aumento de peso con la píldora parecen estar más basadas en ficción que en hechos".
Otra creencia equivocada sobre la píldora es que su uso continuo puede provocar esterilidad en las mujeres.
"Es falso. Las mujeres que dejan de tomar la píldora se embarazan tan fácilmente como aquéllas que nunca la han usado", afirma Lynn Hearton, de la organización británica Family Planning Association.
"Y no es necesario tomar 'descansos’ regulares del fármaco”.
¿Es segura?
En general se puede decir que el fármaco es seguro, aunque también, ocasionalmente, puede tener efectos secundarios, principalmente en mujeres que toman la píldora combinada.
Estos incluyen dolor de cabeza, náuseas, inflamación en los senos, cambios del estado de ánimo y sangrado inesperado.
Los efectos secundarios más graves incluyen presión arterial elevada y riesgo de coágulos, los cuales pueden bloquear un vaso sanguíneo y provocar infarto o derrame.
También se ha visto un pequeño aumento en el riesgo de cáncer de mama y cervical cuando la píldora se usa continuamente durante más de cinco años.
Por eso, cuando el médico receta la píldora debe tomar en cuenta determinados factores de riesgo en la mujer, que incluyen tabaquismo, sobrepeso, un historial familiar de trombosis, presión arterial elevada y diabetes.
Protección
Estudios recientes, sin embargo, también han mostrado que la píldora puede tener efectos importantes de protección para la mujer.
Una investigación del Colegio Real de Médicos Generales del Reino Unido, el estudio más amplio que se ha hecho sobre el uso de la píldora en el largo plazo, involucró a 46 mil mujeres y fue realizado durante casi 40 años.
Encontró que las mujeres que toman la píldora tienen 12% menos probabilidades de morir de cáncer y enfermedades del corazón que las que no la usan.
También mostró que las tasas de cáncer de mama eran las mismas en mujeres que habían usado la píldora y las que no la habían tomado.
Según el profesor Philip Hannaford, quien dirigió el estudio de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, los resultados muestran que los riesgos del uso de la píldora parecen desaparecer en el largo plazo.
"Hasta ahora no sabíamos cuáles eran sus efectos en períodos más prolongados", dice el científico.
"Este estudio, que siguió a un grupo grande de mujeres durante 39 años, demuestra que no hay un mayor riesgo entre las mujeres que toman la píldora. De hecho, hay una pequeña reducción en ese riesgo”.
"Creo que esto realmente es muy tranquilizador para las mujeres", completa.
Con información de BBC Mundo
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