Ciudad de México/jueves, 07 de marzo 2011
Revista Distrital
*Convocan a difundir demanda de dignidad, paz, justicia y concordia
El poder de la palabra del poeta fue capaz de convocar a la acción, de fijar plazos a la máxima autoridad y de imponer el silencio para hacer oír su voz.
La tarde de este miércoles, día hábil, de trabajo, fue atípica en el corazón de la ciudad de México y en diferentes puntos del país, que respondieron a la convocatoria a manifestarse contra la violencia.
A las 17:00 horas, un grupo importante de ciudadanos se reunió frente a la explanada del Palacio de Bellas Artes, de donde empezaron su camino hacia el Zócalo capitalino.
Marcharon por la calle 5 de Mayo exhibiendo sus mensajes plasmados en camisetas y pancartas, lanzando consignas, mientras miles de ciudadanos se unían a su contingente.
Llegaron a un Zócalo ocupado desde hace varios días por un plantón de integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), pero fueron tantos que cubrieron todos los espacios disponibles.
Una vez instalados los manifestantes, cuyo número no dejó de crecer hasta la culminación del acto -dos horas y 24 minutos después-, varias personas leyeron el texto del poeta Javier Sicilia sobre la muerte de su hijo Juan Francisco, su Juanelo.
En este acto ciudadano surgido de un llamado de dolor participaron rostros y voces muy conocidas de la sociedad mexicana, y de otros no tan reconocidos pero igualmente ansiosos por expresar su sentir respecto a lo que está sucediendo en el país.
Ofelia Medina y Daniel Giménez Cacho, entre otros actores, dieron voz a la palabra del poeta que se hacía oír desde Cuernavaca, la capital de Morelos, y que se regó por diferentes ciudades del país e incluso algunas del extranjero.
Luego de las palabras iniciales del poeta una larga fila de oradores, algunos espontáneos y otros previamente programados, se expresaron sobre el estado en que se encuentra la nación.
De acuerdo con lo pronunciado por los participantes, el fondo del problema no es el narcotráfico o el crimen organizado, sino la falta de educación, empleo, desarrollo e igualdad entre los mexicanos.
Además de la consigna de que la sociedad mexicana ya no quiere más sangre ni violencia, consideraron que la actual estrategia contra el crimen organizado no ha funcionado y urge cambiarla.
Los inconformes también reiteraron su consigna de que "los políticos ineptos e incapaces" deben renunciar sino pueden resolver el problema elemental de brindar seguridad a sus propios ciudadanos.
El punto culminante de la manifestación se presentó cuando fue leído el mensaje de Javier Sicilia, la palabra de este poeta sacó a los ciudadanos a las calles y que dio a las autoridades de plazo hasta el 13 de abril para aclarar el asesinato de su hijo y de otras seis personas.
Mientras tanto, informó que se mantendrá un plantón permanente en la plaza pública de Cuernavaca, Morelos, acto al que están invitados todos los ciudadanos que deseen participar.
Se convocó también a los jóvenes a utilizar las nuevas tecnologías de la comunicación para replicar y amplificar la voz de los ciudadanos y las acciones a seguir, hasta que en México se instalen los efectos de cuatro palabras sobre las que girarán estas acciones: dignidad, paz, justicia y concordia.
En el momento más emotivo se pidió un minuto de silencio y como por arte de magia, a las 19:23 horas, la muchedumbre que ocupaba el Zócalo capitalino guardó silencio.
Un silencio tan hondo que no hizo más que ahondar hasta las entrañas de cada asistente el mensaje escuchado y aflorar las ganas de participar en el cambio. (Con información de Notimex)
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