Ciudad de México/domingo, 03 de abril 2011
Revista Distrital
Científicos creen que las algas podrían ayudar a limpiar lugares donde hubo accidentes nucleares, como el que está en proceso en la planta nuclear de Fukushima en Japón.
Investigadores de la Northwestern University han identificado un tipo de alga conocida como Closterium moniliferum, que tiene la característica única de convertir el estroncio en cristales, un truco que podría ayudar a retirar la versión radiactiva de este material (estroncio 90) del medioambiente.
El estroncio 90 es particularmente peligroso por su similitud con el calcio. Como ambos elementos tienen características atómicas similares, el estroncio radiactivo puede instalarse en los mismos lugares en los que tradicionalmente se instala el calcio (como los huesos, la leche, médula espinal y la sangre), pero emitiendo radiación peligrosa.
El estroncio 90 no es uno de los elementos que más se emiten en los desechos nucleares (normalmente hay millones de veces más calcio corriente que estroncio), de modo que poder separar cuál de los dos es dañino rápido ayuda a una limpieza eficiente.
Aquí es donde podría entrar la C. moniliferum. Normalmente esta planta absorbe bario, pero como el estroncio está entre el calcio y el bario, las algas lo absorben igual y lo cristalizan de la misma manera. Lo importante es que deja al calcio de lado, lo que significa que puede limpiar sin absorber los montones de calcio inofensivo que también son expulsados.
Ya que las algas en realidad están buscando bario, los investigadores creen que es posible dejar estas algas en un lugar radioactivo donde haya poco bario para que ayuden a acelerar el proceso de limpieza absorbiendo estroncio. Podría ahorrar tiempo y dinero, que son valiosos cuando se está tratando de lidiar con un potencial desastre. Por lo demás, las algas trabajan bastante rápido: después de media hora de exposición al estroncio, comienzan a generar cristales.
Con información de fayerwayer
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