sábado, 5 de marzo de 2011

Niña de documental ganador Oscar podría ser deportada de Israel

TEL AVIV, Israel/ viernes, 04 de marzo 2011
Revista Distrital


Esther Aikpehae, de 12 años, aparece en un documental que ganó un premio Oscar. Además, por tercera vez en su vida, enfrenta una deportación del país que ha sido su hogar.

La producción Strangers No More de Karen Goodman y Kirk Simon recibió el domingo un Oscar a Mejor Corto Documental. La obra narra la historia de la escuela de Esther donde los hijos de trabajadores inmigrantes y refugiados de 48 estados aprenden junto a israelíes nativos.

Pero, la victoria en los Oscar fue agridulce para la escuela. Cerca de 120 de sus 830 pupilos enfrentan la deportación debido a que sus padres están en Israel de forma ilegal y se avecinan drásticas medidas gubernamentales.

En agosto Israel fijó los criterios para permitir que cerca de 800 niños inmigrantes que viven a lo largo de Israel permanezcan en el estado judío con sus familias, pero unos 400 menores no califican.

Esther, quien es de origen sudafricano y no judía es una de ellos.

"Adoro Israel, quiero crecer en Israel. Hay un motivo por el que vine aquí y ellos no pueden decidir una mañana que van a deportar a todos los niños", dijo Esther en un hebreo fluido.

Esther llegó en el 2007 a Israel junto a su padre, Immanuel. Señaló que huyeron luego de que su esposa fuera asesinada por personas a quienes la familia debía dinero y asegura que volver a casa es muy peligroso.

La niña ha disfrutado de la atención de los medios desde la entrega de premios y dijo que desea "ser una actriz o una empresaria" cuando crezca, idealmente, en Israel.

"Me siento afro-israelí, no sólo israelí. Hablo el idioma, me acostumbré a estar aquí", explicó Esther.

Pero, Esther sólo ha estado por cuatro años en Israel, un año menos que el límite que fijó el Gobierno para aquellos a quienes se les permitió la estadía.

"Es mi misión personal preservar la mayoría judía en Israel", dijo esta semana el ministro del Interior, Eli Yishai, a la radio del Ejército.

La directora de la escuela Bialik Rogozin, Karen Tal, sostiene que los adultos deberían seguir el ejemplo de sus pupilos.

"Ellos no juzgan a las personas por su color, raza o religión. Es una realidad dura, cruel, les dimos un hogar acá y una identidad en Israel y ahora a algunos se les permitirá quedarse, mientras que otros serán apartados", explicó Tal.

El padre de Esther apeló la decisión gubernamental de expulsarlos.

"No cederé. Mis amigos no serán deportados y yo no seré deportada", aseguró la niña.

Con información de la Agencia Cultural N22 y Reuters

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