Ciudad de México / lunes, 10 de enero 2011
Distrital Revista
•El autor también fue un destacado fotógrafo
El Informador publicó una reseña por los 25 años de la muerte de Juan Rulfo donde se incluyen testimonios de grandes colegas que se recogen en Los murmullos. Antología periodística recogida en 1986.
Y, ¿quién no recuerda viajes descritos que salen del contexto real, para hacerlos tan impresionantes? Para tal suceso Juan José Arreola expresa su pesar: "no puedo creerlo; no puedo decir que esté muerto. Él no ha muerto; ha nacido con todos los que amamos la literatura; no creo en las letras universales, creo en las letras de Sayula; su obra es la más notable realización del impulso de un pueblo. Rulfo consagró la voz de la tierra. Nadie puede continuar su obra, ni él mismo se atrevió a hacerlo". Y Carlos Monsiváis escribe "Ya no se escucha sino el silencio de las soledades. Admirar profundamente a un gran narrador es todavía un lujo a nuestro alcance".
25 años en ausencia de un gran escritor, fotógrafo, guionista de cine, crítico, lector y conversador; Juan Rulfo ha dejado huella pero, en desaparición de él, es autor traducido muchos idiomas, perdurando en las lecturas de los jóvenes.
Jalisciense que aborda temas interesantes para todos como el amor y la muerte, así como la orfandad. Rulfo comenzó su camino en la literatura en 1940, cuando publicó fragmentos de su obra en la revista América, de la Ciudad de México en 1945, y en Pan, editada en Guadalajara. En ambas se dieron a conocer algunos cuentos que integran El llano en llamas, pero fue hasta 1952, cuando obtuvo una beca de la Fundación Rockefeller, que presentó el ejemplar concluido.
Juan Rulfo era un autodidacta, un gran lector y escritor, pero su curiosidad e interés por las artes le llevó a la fotografía, disciplina donde destacó notablemente, incluso presentó sus imágenes en el Palacio Nacional de Bellas Artes.
El autor de El llano en llamas dejó aproximadamente 100 imágenes, que se han presentado en distintos libros, o se pueden consultar en la página de la Fundación Juan Rulfo. Algunos de los retratos más conocidos son uno sobre Juan José Arreola y otro de José Gorostiza son autoría del escritor.
Otro aspecto que despertó el interés del jalisciense fue el cine, donde incluso trabajó con personajes como Gabriel García Márquez y destacadas figuras de la cinematografía. Entre sus trabajos sobresale el guión de la cinta El gallo de oro, aunque la obra fue escrita en 1954, su publicación fue hasta 1980.
Breve semblanza
Sigue diciendo el Informador que Juan Rulfo nació el 16 de mayo de 1917, en Apulco, Jalisco, y fue registrado en el municipio de Sayula. Falleció el 7 de enero de 1986, en la Ciudad de México. Fue escritor, fotógrafo y guionista de cine. Su infancia transcurrió en la comunidad de San Gabriel, donde entró en contacto con la literatura y comenzó su formación autodidacta. Sus estudios se truncaron debido a una huelga de la Universidad de Guadalajara (UdeG), por lo que decidió trasladarse a la Ciudad de México.
Sus intereses por la historia, la literatura, antropología y la geografía le llevaron a convertirse en un gran lector. A partir de 1945, el autor comenzó a publicar sus cuentos en dos revistas: América, de la capital, y Pan, de Guadalajara. Y paralelamente incursionó en la fotografía, publicó algunas imágenes por primera vez en 1949, en un número de América. En dos ocasiones, obtuvo la beca que le otorga el Centro Mexicano de Escritores y trabajó en el Instituto Nacional Indigenista de México. Además fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
Recibió el Premio Xavier Villaurrutia en 1956 por la novela Pedro Páramo y fue Premio Nacional de Literatura en 1970 y ganó el Premio Príncipe de Asturias en España, en 1983. ''Es un autor que se adelantó a su tiempo, cuando publicó esas obras en los años cincuenta eran desconcertantes'', señala Dante Medina.
Con información de N22 y Agencias
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