Ciudad de México / lunes, 25 de octubre 2010
N22/ Distrital Revista
Ciencia
Una galaxia descubierta a 13 mil años luz de la Tierra es el objeto más lejano y antiguo del Cosmos, un récord que los científicos esperan superar en pocos años
Un mínimo punto de luz, casi invisible, indetectable durante miles de millones de años, aparece de pronto en el fondo negro del Universo. Como un signo de puntuación escrito en el espacio, los telescopios dejan de leer para detenerse y enfocar lo más posible sus objetivos.
Esa pequeña nota luminosa es el objeto más distante jamás detectado, una galaxia de complejo nombre bautizada como UDFy-38135539, cuya luz ha tardado 13 mil millones de años en llegar a la Tierra. Ningún cuerpo celeste más lejano ni más antiguo ha sido visto jamás por el ser humano.
A medida que las técnicas de detección se han ido desarrollando, los astrónomos han sido capaces de encontrar objetos cada vez más lejanos en el espacio; galaxias, estrellas o quasares que aparecieron apenas unos cientos de millones de años después de la gran explosión del Big Bang, cuando el Cosmos, mucho más pequeño y menos «concurrido», era muy diferente del que hoy conocemos, y la aparición de la Tierra ni siquiera estaba apuntada en la agenda de la creación.
La galaxia que ha batido todos los records fue detectada por primera vez por la nueva Cámara de Gran Angular 3 (WF3) del telescopio espacial Hubble en 2009. Ahora, científicos del Observatorio Europeo Austral (ESO) han confirmado en una investigación publicada en la revista Nature, su antiquísima naturaleza.
No ha sido nada fácil dar con ella, ya que su luz, emitida tan sólo 600 millones de años después del Big Bang, ha llegado a la Tierra de forma extremadamente débil, en gran parte porque hasta esa época una densa nube de hidrógeno neutro cubría casi todo el Universo.
Descubrirla es como encontrar una aguja en una pajar... lleno de niebla. Para ello, han utilizado la técnica de espectroscopia, la más fiable para calcular años a las galaxias.
«Estamos asistiendo, si no a la primera generación de estrellas, a una de las primeras que aparecieron en el Universo, y eso tiene un impacto cosmológico muy fuerte», explica Miguel Mas Hesse, investigador del Hesse,.
La carrera de hallazgos ha sido impresionante en los últimos diez años. La última galaxia ha desbancado en el puesto de objeto más lejano a una estrella descubierta el pasado año, cuya muerte en forma de estallido de rayos gamma, una potente explosión de energía, llegó a la Tierra tras viajar también cerca de 13 mil millones de años.
A su vez, este «ejemplar de Neandertal», como fue descrita por los científicos españoles que participaron en su detección, le quitó el puesto a una lista de galaxias y quasares formados cuando el Universo tenía de 700 a 800 millones de años.
La edad oscura
Ahora, los científicos se enfrentan a un reto aún mayor, descubrir objetos de un tiempo incluso anterior, cuando el Universo entero no tenía más de 500 millones de años, estructuras que pertenecen al final de la llamada «edad oscura», la época tras la cual aparecieron las primeras estrellas y de la que aún se sabe muy poco.
«Estamos seguros de que en los próximos años, con los instrumentos que ya tenemos -
entre ellos destaca el Gran Telescopio de Canarias-, vamos a ser capaces de alcanzarlo», augura Mas.
Pero serán dos grandes telescopios, el espacial James Webb, que se lanza en 2014, optimizado para trabajar en la longitud de onda en la que llegan las emisiones de este tipo de estrellas «arqueológicas», y el potentísimo y gigantesco E-ELT, que abrirá su gran ojo tres años más tarde en Chile, los que podrán analizar en profundidad estas maravillas. Cuando entren en funcionamiento, el Universo tendrá menos secretos.
Con información de ensemana.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario