Ciudad de México / lunes, 27 de septiembre de 2010
N22/ Distrital Revista
Amante del mar y de la literatura, el escritor estadounidense Herman Melville, fallecido el 28 de septiembre de 1891, es el creador de Moby Dick, novela sobre la absurda venganza humana sobre la naturaleza animal, un clásico de la literatura moderna, editada hace 160 años.
Nacido el 1 de agosto de 1819, en Nueva York, Estados Unidos, Melville se inspiró en el ambiente de los muelles y los marineros de dicha ciudad para crear obras que nacieron también de sus viajes por las islas del Océano Pacífico.
Moby Dick (1850), novela leída en todo el mundo y traducida a varios idiomas, narra la historia del capitán Ahab, marino que se lanza a la búsqueda del demonio blanco, una ballena gigantesca que le arrancó una pierna y lo obligó a caminar con una prótesis de marfil.
A bordo del buque ballenero "Pequod", Ahab y sus secuaces recorren los siete mares en una desesperada búsqueda del enemigo, que Melville convierte en una alegoría sobre el mal incomprensible de los animales y la maldad absurda y obstinada de los hombres.
La ballena, un monstruo de las profundidades, ataca y destruye todo lo que se pone en su camino, hecho incomprensible para el capitán Ahab, quien en su venganza personal arrastra a la muerte inútil a muchos inocentes.
Apartado de los estudios universitarios e inmerso en aventuras marinas, Melville obtuvo ésta y otras historias también de sus viajes a los Mares del Sur, a bordo del ballenero "Acushnet", para después de 18 meses de travesía abandonar el barco en las islas Marquesas y vivir un mes entre caníbales.
Más tarde escapó en un mercante australiano y desembarcó en Tahití, donde pasó algún tiempo en prisión antes de regresar a su hogar, en 1844, para escribir las primeras novelas sobre sus experiencias como marino, como Mardi, Omoo, Taipi, un edén caníbal y Redburn.
Sus primeras obras alcanzaron rápidamente una gran popularidad y le abrieron las puertas de la fama y el éxito económico, pero un incendio en los talleres de su editor le ocasionó un revés económico que le obligó a trabajar en la aduana en Nueva York.
Después de sus múltiples viajes contrajo matrimonio y se estableció en Massachusetts, donde cultivó la amistad del escritor Nathaniel Hawthorne, a quien dedicó su obra maestra Moby Dick, que junto a Pierre o las ambigüedades no resultó un éxito comercial.
Unos años más tarde publicó Israel Potter, el libro de relatos Cuentos de Piazza, El hombre de confianza, Timoleón, Los cuentos del mirador, John Marr y otros marinos y Billy Budd, marinero, trabajo que le abrió de nuevo las puertas del mercado y le permitió publicar otros escritos.
Tras su muerte, los trabajos de Herman Melville comenzaron a hacer eco entre la sociedad, por su exploración de los temas psicológicos y metafísicos, que después influyeron en las preocupaciones literarias del siglo XX.
Casi en su totalidad, las obras de Melville permanecieron en un olvido relativo hasta la década de 1920, cuando su genio recibió finalmente el reconocimiento tan merecido.
Con información de la Agencia Cultural N22 y Notimex
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